Les dejo el comentario de David Faitelson sobre el America y la pesima racha por la que atravieza. sin duda, y como es costumbre de Faitelson siempre controvercial pero muy cierto todo lo que dice. Sin mas ni mas, aqui se los dejo.
No es de ahí, no debe ser último de la tabla, no merece perder cinco seguidos
BRISTOL-- ¿Está bien la tabla? ¿Hay que verla así o de cabeza?
Último, último de los últimos. Un punto menos que Tecos, dos puntos menos que Veracruz, cuatro puntos menos que Puebla y... ¡12 puntos menos que las Chivas! Que Dios bendiga al América y su peor crisis de todos los tiempos.¿Y quiere usted un poco más de estadísticas? Cinco derrotas consecutivas, siete puntitos y una diferencia de menos cinco goles. Damas y caballeros, si el América pierde el sábado en la cancha de Cruz Azul, habrá que hacerles una prematura "fiesta de despedida" a los fanáticos americanistas de la liguilla.
No recuerdo un América tan tirado a la nada. No recuerdo un América que en su propia casa, recurriendo al peso de su camiseta y a la inmensidad de su estadio no era capaz de revertir una mala racha. Este América no sólo anda mal, también está desmoralizado, aturdido y llenos de complejos.
Rubén Omar Romano --en su segunda temporada consecutiva conduciendo desde el sótano de la tabla-- grita desconsolado y vacío. La cancha es un divorcio de ideas, con jugadores faltos de confianza, carente de ideas y escasos de temperamento para revertir la situación.
"El barco amarillo" se hunde, hace agua, se desfonda, naufraga sin rumbo, ni estilo, ni forma, ni maneras. Las responsabilidades o las culpas van desde la cancha, pasando por el banquillo del entrenador, las oficinas secundarias de Coapa y hasta los altos mandos de Chapultepec 18.
¿Quién fue el culpable? ¿Quién? Quién fue capaz de poner al América en un sitio que históricamente no le corresponde y en un lugar que lo único que provoca es un atropamiento de sentidos, de ideologías y de tamaños para una un fútbol y una liga que lucha desesperada y ancestralmente por encontrar su justo equilibrio.
Lo del América no es para festejarse. No puede un equipo de esas proporciones, de esa popularidad, de ese poder económico, de ese cariño y ese odio quedarse perdido en un horizonte vacío mientras todos tiran la culpa y la responsabilidad hacia el otro lado de la cancha. El fútbol mexicano no tiene manera de entender y de admitir que el América pulule por esos sitios de la tabla. Los jugadores deben saber que antes que nada esa camiseta transpira gloria, orgullo, ambiciones... El técnico debe decirnos hacia donde va... El señor Cañedo no debe salirnos con respuestas vagas y el señor Azcárraga no puede perder el amor por un equipo que su padre elevo hasta niveles casi sobrenaturales.
El América no es de ahí. No debe ser el último de la tabla, no merece perder cinco seguidos, no puede estar tan lejos de Chivas y no permite un mundo de mediocridad. ¡Hagan algo, por favor! Y háganlo rápido. Porque el América, su historia, su legado, su nombre, sus colores, su pueblo, su estadio, sus aficionados y aun sus detractores no se lo merecen.
David Faitelson es uno de los reporteros deportivos más reconocidos en México y ha colaborado con medios como TV Azteca, diarios como Excelsior y El Heraldo, y estaciones de radio como Acir, y Radio Red. David es reportero y comentarista de ESPN. Consulta su archivo de columnas.
0 comentarios:
Publicar un comentario